Cuando nuestra hija llega a la adolescencia empieza a experimentar el enamoramiento, en esta etapa nos convertimos en su cómplice, recordamos nuestra época de adolescente y tratamos de ganarnos su confianza para ser su mejor amiga. De pronto, llega el hombre que la hacer sentir plena y pasan a la etapa del noviazgo y sin darte cuenta anuncian la fecha de la boda.
De un momento a otro, te vez inmersa en un huracán de sentimientos encontrados, recopilas en tu memoria todas la etapas de tu niña que está a punto empezar su vida de casada, no es fácil dejar ir a la niña de tus ojos, pero es la ley de la vida.
Como a todas las mujeres que van a casarse, la organización de la boda puede convertirse en una pesadilla. Y a pesar que existen especialistas en organización de bodas, tu hija siempre buscará tu opinión. Presta atención a los consejos que te ayudarán a ser la mamá que toda novia necesita.
Impulsa el positivismo. Habrá momento en que todo se volverá agobiante, por todas las cosas que tendrá que elegir y coordinar, mantén la calma, irradia tranquilidad. A medida que los días pasen y la boda se acerque las emociones estarán a flor de piel, pero tú tranquila. Disfruta máximo estos días junto a ella.
La boda es de tu hija y no tuya. En esto pecan muchas madres, recomiendan más de la cuenta, al punto de querer imponer. Mencionamos que tu hija necesita de tus opiniones y consejos, pero esto no quiere decir que termine haciendo lo que tú le digas. Los tiempos han cambiado, las tendencias también, ya no es como en tus tiempos. Déjala elegir.
Elige el look indicado. Descarta el blanco para tu vestido, no hay forma que puedas llevar un vestido blanco, marfil, beige o blanco crudo. Procura lucir elegante y sobria. Recuerda que las miradas deben estar volcadas sobre los novios. Cuida tu peinado y maquillaje, no puedes desatinar con algo sobrecargado.
Elegante y acogedora. Muéstrate discreta y refinada, demuestra gentileza con la familia del esposo de tu hija y los invitados en general.
Evita las comparaciones. No caigas en hacer molestas comparaciones de la boda con bodas de terceros. Esta es la boda de tu hija y no hay punto de comparación. Evita criticar o lucir enojada por las cosas que no se hayan previsto. Sé la primera en buscar soluciones rápidas, sin generar mucho alboroto.