Qué es lo más conveniente ¿Alquilar o comprar?
Cuando en un matrimonio ambos tienen una profesión en la cual desean surgir, es decir, que les exige dedicación y a la vez no quieren descuidar sus actividades personales, su vida social, la atención de los niños, si es que los tienen, y sobre todo, su relación íntima, todo esto puede producir un corto circuito, que se manifestará en un gran tensión.
Cuando se abarca más de lo que se puede realizar, se corre el riesgo de agotarse y caer víctimas de las tensiones. Los síntomas más comunes de esta sobrecarga, son la dificultad para comunicarse, la fatiga y una sensación de impotencia.
Lo primero, la falta de comunicación está íntimamente ligada al cansancio, conversar puede ser el último esfuerzo del día. La fatiga es también producto de la acumulación de tensiones, en la oficina, en la casa en la calle, en reuniones sociales, hasta el esfuerzo de parecer tranquila puede ser agobiante.
Finalmente, la impotencia es el síntoma más grave.
Nada funciona, y al tratar de resolver los pequeños problemas diarios, la pareja se siente incompetente.
En la mayoría de estos casos, la pareja piensa que la mejor solución es que uno de los dos, ella generalmente, abandone su actual actividad y busque una que le exija menos tiempo, que requiera menos esfuerzo.
Cuando la pareja atraviesa por esta etapa, es el momento de darse cuenta que lo que necesitan es “tiempo”.
Tiempo para pensar, para planear, para reflexionar, para dormir la siesta y para renovarse. Aquí te damos unos importantes consejos.
BUSCA AYUDA: Consigue una persona que te apoye con las labores domésticas, hasta controlar el caos, esto ayudará a despejar el ambiente.

HAGAN PLANES: Sí, pero para no hacer nada. No se comprometan a completar ningún proyecto, incluso en el trabajo. Empleen su tiempo en volver a tomar el control de su vida, a planear un sistema que los conduzca a una vida exitosa y sin estrés
.
PIDAN VACACIONES: Dedíquense unos días alejados totalmente de las tareas cotidianas, trabajo, casa, compromisos sociales, aléjense del ambiente, de lo familiar. Si es posible viajen, es lo más recomendable.
APAGUEN LA LÁMPARA: Y concéntrense en cuidar y restablecer su vida en común, los dos como pareja necesitan apagar el mundo y sus exigencias como si fuera una lámpara.

EXPRESEN SU AMOR: Este puede ser el detalle más trillado, pero a menudo el más olvidado, el demostrarle que todavía su presencia te altera, pero agradablemente. Es cierto que cada uno tiene su propia manera de permanecer en contacto, pero hay cosas que deben conservarse latentes: tocarse, cogerse de las manos, abrazarse, buscar ese acercamiento tierno y puramente íntimo.

RENUEVEN SU INTIMIDAD: Se dice que, generalmente en las parejas que tienen dos profesiones o trabajos importante, la frecuencia de las relaciones íntimas decrece, porque a veces sus horarios no coincides, o porque cuando se reúnen están cansados.
Esto puede arreglarse, hablando abiertamente del problema y de la necesidad de solucionarlo. La espontaneidad, como ingrediente básico de una relación íntima satisfactoria, se ha exagerado mucho. La pareja que trabaja tiene a veces que prever y si es posible, planear su encuentro íntimo.

COMPARTAN SUS SUEÑOS: Finalmente es vital compartir los sueños, aspiraciones y las esperanzas que cada uno tiene con su vida personal y su vida en pareja. Apóyense para alcanzar sus metas individuales y en su vida en común. Planeen juntos eventos a largo plazo, verán que solo el hecho de hacerlo dará una base más sólida a su relación.
Es verdad que pretender realizar un sueño de unión perfecta y, al mismo tiempo, seguir una profesión, es más complicado que conformarse con una actividad mediocre, con menos porvenir, pero también con menos problemas. Pero si la pareja logra planificar su vida para darle cabida a la realización total de cada cual, puede llegar a un nivel muy alto de satisfacción personal y mutua, y algo más importante, saber que sin el apoyo y comprensión del otro no se habría llegado a esta maravillosa situación de tener no solo un compañero que se ama, sino un amigo a quien se admira.




























